Labor de un Sofer?

¿En qué consiste la labor de un Sofer (un escriba judío)?

La tradición judía exige que determinados escritos se copien a mano siguiendo unas pautas muy específicas reguladas por la tradición religiosa. Sofer es el nombre hebreo de un escriba judío (plural soferim). Los escritos que se copian son la Torá, las filacterias, las mezuzot, las cinco Meguilot (o Escritos, Ketuvim que consisten en el Cantar de los Cantares, Rut, Ester, Eclesiastés y Lamentaciones), los libros de los Profetas (Nevi'im), los documentos funcionales (ketubot) como los contratos matrimoniales (gittin) y los documentos de divorcio, y las interpretaciones caligráficas de otros documentos religiosos. Algunas pequeñas comunidades religiosas siguen copiando a mano todos los libros de la Biblia hebrea (Tanaj). Los soferim también tienen que reparar continuamente las Torás y otros manuscritos para mantenerlos en condiciones de uso.

Sofrut es el término hebreo que designa la práctica del arte de escribir. Hay 613 mandamientos en la Torá. El penúltimo mandamiento es que todo judío debe escribir una Torá antes de morir (Deuteronomio 31:19). Algunos creen erróneamente que un sofer debe ser un rabino, lo cual no es cierto. También se cree erróneamente que el grupo al que se refieren los Evangelios y el libro de los Hechos como escribas eran soferim. En realidad eran especialistas en la ley judía. Las principales tradiciones religiosas (halakha) relativas a la labor del sofer aparecen por primera vez en el tratado del Talmud Maseket Sofrim, que data del siglo VIII EC. Contiene reglas para la preparación de la Torá y para su lectura. Miles de reglas dictan la preparación de las pieles, la tinta, la forma de las letras, el espacio entre las letras, las palabras, las secciones y los libros y el cosido de las pieles. La Torá puede tardar hasta un año en copiarse. Aunque un sofer puede haber recibido una formación formal, gran parte de las habilidades se aprenden durante años sirviendo como aprendiz.

Un estudio de la Torá y la Haftará de Salónica permitirá apreciar mejor el minucioso trabajo del sofer mirando de primera mano los manuscritos.